La calavera en negro

13 10 2012

Por Gloria Alvitres Aliaga

Corría el año 1980, gobernaba un joven Belaunde Terry, en algún lugar de la ciudad de Lima, un periodista recibía de manos de una de sus fuentes la imagen de una calavera en negro. Ese fue el punto de partida de una investigación sobre la vida de uno de los más grandes narcotraficantes de la época: Carlos Langberg , quien además quería hacer política.

Carlos Langberg y Gustavo Gorriti  , Imagen collage elaborada    por     Gloria Alvitres   (Fuente: imágenes de Revista Caretas)

Si abro el libro “La calavera en negro” de Gustavo Gorriti y me voy a las últimas páginas me encontraría con esta anécdota:

“Años después, Zileri (director de la revista Caretas) caminaba por una de las naves del supermercado, cuando sintió que le tocaban el brazo. El cegato director de Caretas volteó y entrevió a un hombre de edad avanzada que le sonreía.

-¿Cómo? ¿No te acuerdas de mí? ¡Soy Carlos Langberg!

Entre la nave de quesos  y la de embutidos, los viejos conocidos se estrecharon la mano, se palmearon el hombro con cierto embarazo. Después, cada uno se alejó hacia una caja diferente, empujando el carrito de compras y los más de sesenta años de vida de cada cual. Al final siempre es así.”

Carlos Langberg en el interrogatorio ante la Fiscalía .Fuente: Archivo de Caretas

Zileri, el director de la revista Caretas, fue quien dio el encargo a Gustavo Gorriti de investigar a Carlos Langberg. Después de continuas publicaciones, se abrió una investigación en la Fiscalía de la Nación, Langberg fue encontrado culpable de narcotráfico y recibió una sentencia. Su vida política murió con ello.

La gran pregunta de la investigación fue ¿Quién es Carlos Langberg? ¿Por qué ataca al gobierno bajo el seudónimo de Juan Pueblo en su revista? Gustavo Gorriti al iniciar su investigación sobre se da con la sorpresa de que Langberg  había sido arrestado en Acapulco con un cargamento de droga. Plantea la hipótesis de que se trata de un narcotraficante con influencia política, protegido por la policía. La idea era adentrarse en el mundo de Carlos Langberg, conocerlo de cerca, saber de sus arrebatos y pecados.

El testimonio de Teobaldo Fernandez, seudónimo, aporta a perfilar al narcotraficante. Impulsivo, agresivo, colérico, violento, soberbio, se describe a Langberg.  Aparecen los aliados políticos claves, León de Vivero y Jorque Idiaquez, dos apristas cercanos a Haya de la Torre y dirigentes históricos. Gorriti descubre que Langberg había financiado la estadía en una clínica a Haya de La Torre. Descubre, además, que la última campaña presidencial del APRA había sido financiada por él. Quería controlar al APRA.

León de Vivero (izquierda), Jorge Idiaquez (Centro) y Carlos Langberg (derecha) Fuente: Revista Caretas y archivo de la página web del partido Aprista

Gorriti prueba, además, que Langberg no solo era un empresario de las comunicaciones, sino que era un narcotraficante que tenía lazos con los cárteles más peligrosos de México. Lo primero, lo prueba mediante documentos que obtiene de la DEA (Dirección Estadounidense Antidrogas). Langberg había sido arrestado en Acapulco,  en setiembre de 1980, junto a otros mexicanos y entre los acompañantes estaba Jorge Idiaquez. Luego había sido llamado ante la justicia tras encontrarse un cargamento de droga en Chosica. Él había salido libre del proceso por alguna extraña razón.

Al continuar la investigación. No solo obtiene detalles de la relación con los líderes del APRA, sino que se hacen visibles los lazos del narcotraficante con el anterior gobierno de Bermudez. El ex ministro de interior, General EP. Fernando Velit Sabatini, fue quien ordenó que se libere de cargos a Langberg. Este general había recibido beneficios del narcotraficante, eran amigos, incluso esté último le regaló una piscina para su casa de campo. Gorriti logró reunir todo, fotografías del arresto, boletas de pago, todo el material posible.

La policía mantenía un cierto alineamiento con el gobierno militar y había preferido guardar silencio para proteger al ex ministro. La respuesta del porqué de  los ataques de Langberg al gobierno de Belaunde era evidente. Era un régimen que no podía manipular, había perdido mucho dinero apoyando al APRA y este no había ganado la elección. Los líderes históricos Idiaquez y León de Vivero intentaron negar la relación con Langberg, pero sus versiones fueron contradictorias y se pudo probar que había relaciones de amistad entre ellos. El amenazante narcotraficante, que se autoproclamaba adicto a la cocaína, empezó a ser doblegado por la justicia.  Los implicados fueron llamados a juicio y Langberg fue condenado por haber llevado el mayor cargamento de droga de la época.

Resultados, ¿qué vino después?

Después de las publicaciones de Caretas, otros medios comenzaron a seguir la noticia. Langberg fue juzgado y el APRA proclamó nuevas elecciones internas. Ocurrió un cambio generacional en el partido de la estrella. Alan García asumió la secretaría del APRA, adquirió notoriedad al pronunciarse en contra de las acciones de los antiguos líderes y terminó siendo uno de los presidentes más jóvenes del Perú.

Alan García Pérez gana la secretaría del APRA y luego la presidencia de la república fuente: BBC mundo, archivo

Se evitó que un narcotraficante afiance sus lazos con el poder como era común en México. No obstante, otros personajes aparecieron en escena. Fernando Olivera y Blanca Nelida Colán , quienes pertenecían a la fiscalía, harían noticia años después. Ella por sus lazos con el fujimontesinismo y él por sus investigaciones de corrupción.

Gustavo Gorriti se convirtió en un periodista de investigación. Su trabajo empezó a girar en torno al terrorismo y la corrupción del régimen fujimorista. El ex campeón de Judo es ahora el director de IDL reporteros y uno de los periodistas más respetados del país.

Finalmente, cuando escribe este libro rememora cuando tuvo la oportunidad de entrevistar a Langberg. El empresario se mostró a la defensiva, negó todo, de esa entrevista puedo guardar este fragmento para el final, porque siempre hay que apelar a la versión del acusado:

“¿Fue todo un político, señor Langberg? ¿Por su, digamos, periódico?, porque sus problemas comenzaron antes de PM

Claro que sí. Esto comienza cuando empiezo a frecuentar a Victor Raúl. Entonces, quién sabe si los mismos compañeros celosos, quién sabe si era gente opuesta a Víctor Raúl, quién sabe si fueron los mismos militares, quién sabe si fue la policía para extorsionarme. ¿Quién sabe?”

Vídeo que resume la historia del libro

EL AUTOR

Esta es una pequeña galería de imágenes del autor:  Gustavo Gorriti.

Fuente: Archivo de La Mula

Este periodista ejerce el periodismo de investigación desde 1981, fue codirector del diario La República desde fines de 2004 hasta principios de 2006. Actualmente, es presidente del Instituto Prensa y Sociedad, y miembro del Consorcio Internacional para el Periodismo de Investigación.